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EL CARÁCTER ESTÁ HECHO DE HABITOS IV

EL CARÁCTER ESTÁ HECHO DE HABITOS IV

Afectar tus hábitos, es afectar tu carácter

Como líder necesitas disponerte a revisar tus hábitos y estar dispuesto a cambiar o hacer ajustes en ellos, si realmente quieres producir cambios reales en tu carácter. El carácter se desarrolla por medio de los hábitos, y loscambios en tu carácter se logran por los nuevos hábitos que practicas. Ahora, cambiar un hábito requiere un esfuerzo intencional importante; sobre todo si consideras que muchas veces ni siquiera eres consciente de ellos.

Los hábitos son fundamentalmente la interacción de tres elementos: conocimiento, capacidad y deseo.

  • El conocimiento (paradigma teórico) tiene que ver con el qué, con saber qué necesitas hacer.
  • La capacidad es la habilidad o el cómo hacer las cosas.
  • El deseo es la motivación de por qué haces lo que haces.

Desarrollar estas tres áreas es crucial para hacer cambios efectivos en tus hábitos. Se requiere, entonces, revisar tus paradigmas (el qué). Tus paradigmas son inseparables de tu carácter. Si quieres hacer cambios en tus actitudes y conductas, necesitas revisar y reflexionar acerca de los paradigmas que dieron lugar a éstos. Pero la reflexión por sí misma no es suficiente para producir madurez de carácter, ésta es útil para tal fin si se traduce en acción, y si esta acción da paso a un hábito. Necesitas también mejorar tu desempeño (el cómo), desarrollando habilidades y destrezas, y adquiriendo nuevas competencias. Además, requieres trabajar con tus deseos y motivaciones (por qué), para fortalecer tu resolución.

Si tú por ejemplo deseas cultivar el hábito de la excelencia, tienes que comenzar por saber qué es la excelencia y saber qué tienes que hacer para tener un desempeño de excelencia. También tienes que desarrollar algunas habilidades y destrezas, que te lleven a mejorar tu desempeño. Se requiere además de la motivación- el querer vivir con excelencia. Debes querer ser excelente. Necesitas tener claro por qué quieres vivir con parámetros de excelencia.

Otro ejemplo lo podemos referir al hecho de escuchar con efectividad a otras personas. Puedes ser inefectivo en tus interacciones con tus compañeros de trabajo, cónyuge, hijos, etc., porque constantemente les dices lo que piensas y sientes pero nunca les escuchas realmente. A menos que conozcas y tomes conciencia de los principios correctos de la interacción humana, tal vez ni siquiera sepas que necesitas escuchar. Necesitas además aprender cómo escuchar empática y efectivamente a otras personas, lo cual va a requerir desarrollar algunas competencias comunicacionales. Pero saber qué necesitas escuchar y saber cómo escuchar no basta. A menos que quieras escuchar, a menos que tengas el deseo de escuchar, no se convertirá en un hábito en tu vida. Para crear un hábito hay que trabajar esas tres dimensiones.

Como líder toma la decisión de crecer en carácter

Los líderes necesitan enfocarse en el desarrollo de su carácter. Sin integridad básica, los talentos y el conocimiento del líder se hacen insuficientes para liderar con éxito una organización.

Ahora, desarrollar carácter toma tiempo, enfoque y compromiso consigo mismo. No se trata de un simple cambio cosmético, o de implementar recetas rápidas y fáciles para remozar la fachada; se trata de un proceso a fondo, que requiere disciplina, y que confronta los valores y convicciones  más fundamentales del líder.

En todo caso, para el líder, cambiar hábitos o desarrollar nuevos hábitos requiere de mucha disciplina. Disciplina y hábito van de la mano. El hábito es el resultado de la disciplina, y la disciplina engendra carácter. Al respecto dice Joyce Meyer: “Nuestro carácter se forma por la falta o presencia de disciplina”. Y disciplina es autoeducación voluntaria. Implica resolución, enfoque y constancia. Dentro de los consejos que William James da para adquirir hábitos, está lo que él llama “conservarse entrenado”. Esto habla de permanencia, constancia, esfuerzo en una práctica regular del nuevo hábito adquirido, vale decir, disciplina.

Afectar tu carácter no consiste meramente en un cambio de imagen. El foco no está en lo externamente observable (conductas y actitudes), sino en la vida interior del líder (mapas, valores, convicciones, motivaciones, necesidades, emociones, ética) que a la larga da lugar a la expresión externa. El carácter es como los cimientos de una casa, una vez que los construyes, permanecen como fueron construidos. Ahora el que sea una estructura duradera no significa que no se le puedan hacer transformaciones. En todo caso, necesitas estar consciente del precio que hay que pagar para lograr la transformación.

Estas palabras de Henry Cloud representan un desafío, “Cada situación en que nos encontramos, cada ‘demanda de la realidad’ nos reclama que demos ese paso para ser más de lo que ya somos”. Madurar en carácter requiere, como ya dijimos, de una intencionalidad en tus decisiones. Necesitas estar decidido a crecer en carácter y afirmar esa decisión en cada una de tus elecciones, lo cual implica hacer cambios en tus hábitos e incluso adquirir nuevos hábitos.

También dice Henry Cloud que “el carácter se trata de experiencias”, y agrega que “nuestra experiencia se vuelve nuestro carácter, nuestra forma de ser”. Crecer en carácter implica que estés abierto a nuevas experiencias,

y aún intentar cosas que en el pasado no has sido capaz de hacer, cosas que te hagan estirarte más allá de tus límites.

El carácter es el área con la que los líderes generan el mayor impacto sobre las personas, pero también es el área donde los líderes son más probados y cuestionados. La gente puede tolerar fallas en la ejecución o en el conocimiento, pero los fallos del carácter son penalizados muy fuertemente por éstos. Y es en el área del carácter precisamente donde los líderes más fallan. Dice Stephen Covey: “El 90% de todos los fallos del liderazgo son fallos de carácter”.

El tema del desarrollo del carácter es de capital importancia para el líder, porque como dice John Maxwell: “Los líderes son efectivos por lo que son interiormente; por las cualidades que los hacen personas. Para llegar al más alto nivel de liderazgo, las personas tienen que desarrollar esos rasgos interiormente”. Por otra parte, el carácter es el factor que más aporta o  limita la confianza de los seguidores en el líder. Sin integridad de carácter no hay confiabilidad en el líder, y sin ésta no se genera confianza, y sin confianza no hay liderazgo. La confianza es el combustible del liderazgo. Por eso los líderes necesitan fortalecer su carácter, y esto no es posible sin revisar y ajustar sus hábitos de vida y de trabajo. El reto como líder está en edificar un carácter congruente, que genere confiabilidad en sus seguidores.

Por Arnoldo Arana

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