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ADN EMPRESARIAL.

ADN EMPRESARIAL.

Así como heredamos el ADN genético o natural, o se nos transfiere el ADN espiritual; también existe el ADN Empresarial con el cual podemos influenciar. Una historia a lugar podría ser está. de dos hombres y sus familias:

Jonathan Edwards vs. Max Jukes

Jonathan Edwards comenzó sus estudios universitarios a la edad de 13 años y se graduó con honores. Llegó a ser un Pastor y con su sermón “Los pecadores en manos de un Dios enojado,” Edwards inició “El Gran Despertar,” un reavivamiento espiritual que se extendió por Norteamérica antes de su independencia. El sirvió como Rector de la prestigiosa Universidad de Princeton.

Edwards nació el 5 de octubre de 1703. Se casó con Sarah Pierrepont y, según el libro titulado EL ESTUDIO EN EDUCACIÓN Y HERENCIA, por A.E. Winship, publicado en 1900, se incluyen entre sus descendientes: un Vice-Presidente de los EEUU; tres Senadores; 3 Gobernadores; 3 alcaldes; 13 Rectores de Universidades; 30 Jueces; 65 Profesores de universidades; 80 funcionarios; 100 Abogados y 100 Misioneros.

De la misma ciudad en los EEUU, salió un señor Max Jukes. Jukes nació en 1720 y fue un escéptico, criminal, borracho, sin educación. Un estudioso, el Sr. Richard Dugdale, hizo un estudio de los reclusos en una prisión de Nueva York y encontró que 42 de ellos, con apellidos diferentes, eran descendientes de Max Jukes. Entre sus descendientes se incluían, según este estudio de A.E. Winship, 310 indigentes que pasaron un total de 2,300 años en asilos; 50 mujeres de libertinaje; 400 cuyos cuerpos fueron dañados por la vida indulgente; 7 asesinos; 60 ladrones y 130 otros reclusos. Según este estudio, escrito en 1900, la familia de Max Jukes había ya costado al gobierno unos US$ 1,250,000.00 (una suma que sería considerablemente mayor en términos de dólares en 2010).

De igual el ADN Empresarial lo podemos transmitir como empresarios en nuestras organizaciones, buen puede ser: Un código de ética, la moralidad, el Clima laboral ,la atención al cliente interno y externo; el reconocimiento motivacional, la equidad salarial. Estos pilares que se destacan entre otros, desatan un espíritu de prosperidad o de iniquidad en nuestras empresas según los principios que decidamos fecundar. Ante ello como derecho legal no podremos superarnos a nosotros mismos sino actuando de forma decorosa Tal vez nos podrá superar la competencia desleal o podrán con artilugios estar por encima de nosotros momentáneamente los deshonesto; pero tarde o temprano se hará justicia. Como diría el poeta trágico griego Sófocles  “Sólo el tiempo puede revelarnos al hombre justo; al perverso se le puede conocer en un solo día”.

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