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EL CARÁCTER ESTÁ HECHO DE HABITOS III

EL CARÁCTER ESTÁ HECHO DE HABITOS III

Los momentos de definición forjan tu carácter

Como líder hay momentos especiales en tu vida que son los que más van a contribuir a la definición de tu carácter. Son esos momentos de toma de decisiones cruciales y trascendentales, en los que fijas posiciones claras y congruentes con tus convicciones y valores.

Necesitas entender que el carácter está siendo forjado en cada suceso de tu vida, sobre todo en aquellos sucesos de especial significado, de impacto, que llevaron a cambios trascendentales en tu vida, porque es en la transformación positiva o negativa de la vida que el carácter toma forma. Esas circunstancias de significado implicaron un momento de definición: un punto de inflexión en la toma de decisiones, una elección decisiva que cambia en forma sensible el curso de tu vida. Esos momentos de definición conllevaron un encuentro con una idea o con una persona, un dilema o Esas circunstancias de significado implicaron un momento de definición: un punto de inflexión en la toma de decisiones, una elección decisiva que cambia en forma sensible el curso de tu vida. Esos momentos de definición conllevaron un encuentro con una idea o con una persona, un dilema o conflicto ante los cuales no pudiste permanecer neutral, y tuviste que fijar una postura, responsabilizarte y comprometerte.

Tu carácter es el efecto acumulado de tus decisiones tomadas a lo largo de  tu vida. Te haces y defines diariamente a través de tus elecciones y acciones, sobre todo en momentos cruciales o de definición. Paul Tounier dice que en esos momentos “la vida de uno es apuntalada en una nueva dirección. En cada vida hay varios momentos especiales que cuentan más que todos los demás porque significan adoptar una postura firme, un compromiso propio, una selección decisiva”.

Son los momentos de definición los que hacen que revises, frente a los dilemas y conflictos que te plantea la vida cotidiana, tus más fundamentales valores; que hagas contacto con tus creencias más esenciales; que tomes conciencia de lo que hay y domina realmente tu corazón. Los momentos de definición ponen en evidencia que tan fuertes y firmes son tus creencias y convicciones.

Si en esos momentos de definición eres fiel a tus valores y convicciones más fundamentales, tus acciones serán guiadas por tus reales necesidades y criterios propios independientes, y no serás movido por los diferentes vientos de opinión ni por las circunstancias que te toca vivir. De esta forma, a través de un proceso de toma de decisiones diarias congruentes con tu sistema de creencias y valores, desarrollas una identidad auténtica – sin estereotipos, máscaras, dobleces y fachadas – basada en la propia comprensión de tus necesidades, en el fruto de tu propio proceso introspectivo, y no en los mapas prestados de otras personas, conveniencias, compromisos ajenos, deseos de aceptación o aprobación.

Cuando honras tus valores, éstos actúan como fuente de motivación y como guía o faro para tus acciones, y la toma de decisiones fluye en congruencia con tus valores y principios más esenciales. En esos momentos creces en carácter. Eso se llama integridad de carácter (ser congruente, no dividido). Pero si no eres capaz de transformar tus valores en acciones intencionales; entonces, careces de congruencia e integridad y en consecuencia debilitas tu carácter. Al respecto comenta Joseph L. Badaracco: “Formamos nuestro carácter en los momentos de definición porque nos comprometemos con líneas de conducta irrevocables que dan forma a nuestras identidades personales y profesionales. Revelamos algo nuevo sobre nosotros a nosotros mismos y a los demás, porque los momentos de definición descubren algo que ha estado oculto o cristalizan algo que sólo conocíamos parcialmente”.

Por Arnoldo Arana

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