1. ¿Cómo crear relaciones fuertes, partiendo de nuestras debilidades?
Después de la segunda guerra mundial se encontró en un montículo accidentalmente en la bahía de Normandía que yacían 6 cuerpo espines inermes abrazados en el lecho de la muerte, los cuales habían prodigando darse calor en aquella temporada de invierno se acercaron cada uno lo más posible al otro para resguardarse en medio de las temperaturas bajas, buscando adicionalmente protección en medio del fuego enemigo. Paradójicamente estos animales que su masa corpórea la componen espinas trataron de resguardarse uno al otro buscando cubrir una necesidad primaria; olvidándose de que el acercarse el uno al otro podría provocar heridas. En cambio los seres humanos andamos por el mundo provocándonos heridas a nuestro semejantes, a la ofensiva, resguardándonos en nuestro egoísmo enconado lleno de frialdad y temor.
2. Las palabras cuán importante son y qué poca responsabilidad tenemos cuando las decimos! Con ellas se puede engrandecer una pocilga o avergonzar una diosa. Pero qué fácil es permitir que ellas se vomiten por nuestra boca, cuando nos dejamos llevar por el caballo salvaje de la ira, la imprudencia y la intolerancia. Si aprendiéramos a pensar antes de hablar y colocar rienda a nuestras emociones que diferente fuera el mundo. Con ellas creamos o destruimos, odiamos o amamos; juzgamos o perdonamos. Cuan fácil es destruir una vida con nuestros impropeyos, pero que difícil es construirlas con lo que emana de nuestro corazón al pronunciarlas.
3. Existen razones para vivir con los recuerdos del ayer e hipotecar nuestro presente con el pasado. Tristemente Solemos caerle al árbol caído en lugar de levantarlo. Cuán grande puede ser el dolor de un recuerdo triste del ayer, pero cuan provechoso es construir nuestro futuro con el presente. Por más que nos quedemos ensimismados en el lamento del ayer no podemos cambiar lo que ocurrió, no tenemos el control de aquello que nos aferra el dolor, pero si por el contrario de esas heridas podemos tomar dos decisiones: Aprender y seguir adelante, o seguir sintiéndonos frustrados y fracasados.
Por Rafael Darío Sosa González