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NO ES UNA NAVE NO ES UN AVION ¡ES UN DRONE!

NO ES UNA NAVE NO ES UN AVION ¡ES UN DRONE!

El uso de dispositivos no tripulados, que pueden ser aéreos o acuáticos, se expande en La agricultura, así como en investigaciones medioambientales, arqueología e Inspecciones de Infraestructura. Entre tanto, varias empresas consideran la ¡dea de emplearlos para hacer entregas.

Hay quienes ya imaginan que su comida comprada online les llegará por aire. Otros temen que robots voladores invadan la privacidad que les queda. La verdad es que ambos tienen razón respecto a los drones, como se les llama coloquialmente a los vehículos aéreos no tripulados (VANT, por sus siglas en español). Esta tecnología, que nació en el ámbito militar, hoy empieza a emplearse en búsqueda de personas, investigaciones arqueológicas, producciones audiovisuales, inspecciones de infraestructura, trabajos de agricultura y ayuda humanitaria.

Andreu Ibañez, presidente de Lleida Drone en España -país que acaba de aprobar una legislación muy restrictiva sobre su uso-, admite que hay empleos negativos, pero que las posibilidades de aplicaciones sociales son “muchas e importantes”. Plantea que la agricultura en Latinoamérica, donde priman las grandes superficies, se puede beneficiar con que un VANT programado y con cámara instalada muestre qué áreas requieren más riego o necesitan combatir plagas. “Después el aparato se carga con agua o con fertilizantes y va directamente a la zona donde debe reparar el mal. La reducción de costos respecto a un planeador es enorme”, agrega.

Otra aplicación que rescata y para la que en España ya se usan es el análisis de incendios en tiempo real. Un drone circunvala la zona afectada y envía la información sobre la dirección del aire y de las llamas, “datos claves que ayudan a los bomberos a discernir cómo actuar”.

Los drones no son aéreos. En Estados Unidos hay algunos que emulan peces o medusas y estudian sus desplazamientos. “Pueden hacer lo mismo que un helicóptero, la diferencia es que con los USD 5.000 que sale la hora de vuelo se compran dos drones y se usan cientos de veces”, apunta.

Julián Rousselot, director de la carrera de Ingeniería en Informática de Universidad Argentina de la Empresa, coincide en que, si bien tecnológicamente todavía los drones tienen mucho los drones tienen mucho para mejorar -por ejemplo su autonomía de vuelo y potencia-, su utilización es “un hecho” en diversas áreas de la sociedad civil.

Para el presidente de la Asociación de Vehículos Aéreos no Tripulados (Auvisi) de Estados Unidos, Michael Toscano, los VANT tienen un enorme potencial para “beneficiar la vida diaria, transformar industrias, ayudar a los agricultores, asistir investigaciones y rescates y proveer a los agentes inmobiliarios de nuevas herramientas”. Comenta que la tecnología en Estados Unidos permitiría, en una década, crear unos 100.000 empleos y mover unos USD 82.000 millones. “Los retrasos en el proceso de reglamentación demoran este efecto y hace que se pierdan unos USD 27,6 millones diarios”, dice.

“Como toda tecnología, su máximo provecho es en el área civil cuando puede ser utilizado por la gente común o por empresas”, sostiene Néstor Balich, director del Laboratorio de Robótica Física del Centro de Altos Estudios en Tecnología Informática de la Universidad Abierta Interamericana (UAI de Argentina). A nivel de educación e investigación en el área de robótica, los drones adquirieron protagonismo en los últimos cinco años: pueden ser teleoperados o autónomos (en los cuales se centra el uso de inteligencia artificial, robótica,

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