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EL USO EXCESIVO DEL CELULAR PODRIA CAMBIAR SU CEREBRO

EL USO EXCESIVO DEL CELULAR PODRIA CAMBIAR SU CEREBRO

Puede causar padecimientos físicos deformativos, además de trastornos psicológicos como fobias y adicciones.

hecho de estar siempre co­nectados”.

Uno de los efectos psicoló­gicos más comunes es el tras­torno de adicción a internet, más conocido como IAD. Es­te genera anormalidades en la integridad de la materia blanca en las regiones cerebrales que involucran la creatividad y el procesa­miento de emociones, aten­ción, toma de decisiones y control cognitivo.

En función de constatar los efectos del trastorno de adicción a internet, un infor­me de la operadora británica Sky Broadband reveló que un 51 por ciento de 2.000 usuarios encuestados afir­mó sufrir ansiedad, enfado y/o tristeza al no poder revi­sar sus correos o entrar a sus redes sociales debido a problemas técnicos.

Según el mismo estudio, la mayoría de las personas se conecta más de 6 horas al día. E132 por ciento de los en­cuestados siente la necesi­dad de comprobar sus co­rreos más de 6 veces al día (sin contar las horas de tra­bajo), un 5 por ciento lo ha­cía unas 20 veces y más del 14 por ciento de los encuesta-dos declaró la necesidad de acceder y consultar las nove­dades de los diferentes servi­cios sociales por lo menos 6 veces al día. Quitarles el ac­ceso al móvil, la tableta o a internet produjo síntomas psicológicos negativos en tan solo 24 horas. Entre ellos, dice el estudio, se cuen­tan “la sensación de adic­ción, depresión y ansiedad, sensación de que han perdi­do una parte importante de sí mismos, sentimientos de soledad, angustia y aisla­miento y, por último, imposi­bilidad de encontrar recur­sos alternativos para pasar el tiempo y entretenerse”.

Los jóvenes son los más ex­puestos a estos posibles efec­tos adversos. Como su cere­bro puede adaptarse al cam­bio constante, expuestos co­mo están desde temprana edad a la tecnología moder­na, no logran discernir las consecuencias de sus activi­dades diarias y permanentes con el terminal.

Según Cardona, entre las soluciones prácticas a este problema, sobre todo cuando se trata de niños y adoles­centes, se encuentra decla­rar como libres de celula­res’ momentos y espacios de­finidos. “Hay que establecer límites claros, como que en espacios de familia como ce­nas o similares- no se usa el celular. Especialmente de no­che es importante restringir el uso de estos aparatos, pues pueden interrumpir el sueño”.

REDACCIÓN TECNÓSFERA,EL TIEMPO

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